jueves, 1 de julio de 2010

Dialogando con Padre Simeón, Padre siguiendo el tema de la Voluntad de Dios.: ¿Qué nos puede decir sobre el Santo Temor de Dios?
Cuarta Parte
Finalmente les diré que el temor de ofender a Dios en alguna cosa -es el primer grado de amor-.
Alejar el espíritu puro de los pensamientos pasionales -es el segundo grado de amor-, más grande que el primero.
Sentir la presencia de la gracia en el alma -es el tercer grado de amor-, más grande aún.
El cuarto grado -el amor perfecto por Dios- es tener la gracia del Espíritu Santo en cuerpo y alma.
Incluso el cuerpo de aquel hombre está santificado, y después de su muerte se transformará en reliquia. Es a ese grado que han llegado los grandes Santos, los Mártires, los Profetas y los santos Ascetas. Aquél que se encuentre en ese grado estará libre de la codicia carnal. Podrá dormir libremente con una joven, sin sentir por ella el menor deseo. El amor de Dios será más fuerte que el amor por la joven, hacia el cual todo el mundo se siente atraído, salvo aquellos que tienen la gracia divina en plenitud, pues la dulzura del Espíritu Santo regenera al hombre por entero y le hace amar a Dios perfectamente. Si el alma se encuentra en la plenitud del amor divino, el mundo no tiene más poder sobre ella. Aunque el hombre viva sobre la tierra con otros hombres, olvidará, en su amor por Dios, todo lo que está en el mundo.
Nuestra desgracia es que, a causa del orgullo de nuestro espíritu, no perseveramos en esta gracia y entonces ella abandona el alma. El alma la busca llorando, y lamentándose dice: "Mi alma languidece detrás del Señor"