Padre del Monasterio
El Padre del Monasterio, reflexione seguido diariamente sobre el significado y la obligación que encierra la palabra Padre, de la cual lleva el nombre como un servicio.
Tiene que ser para los monjes un verdadero Padre en el espíritu, sabiendo que el Padre Espiritual no lleva ese nombre porque tiene a otros bajo su guía, sino porque como dice Evagrio Póntico, posee el don del Espíritu Santo que lo impulsa a orientar almas a la virtud del conocimiento de Dios.
Después de haber recibido, por la fatiga ascética de la vida monástica y gracias a la misericordia de Dios el "Don del Discernimiento", su trabajo es el de acompañar, como dice el mismo Evagrio, como ángeles en el camino de las ascesis a quienes aún son imperfectos para combatir solos en la lucha de la vida cotidiana contra los enemigos visibles e invisibles que se presentan. En otras palabras el Padre del Monasterio tiene la misión de preparar a los hermanos, con la palabra y con el ejemplo para que aprendan a luchar el combate de la vida espiritual, y como médico experto sabrá curar con paciencia y amor a quienes en la tentación fueron vencidos y cayeron.
De esta genera a sus hijos como un verdadero Padre en el amor espiritual "por virtud", y en la esperanza de quien también ellos un día recibirán el don de "conocer a Dios".
Misión del Padre del Monasterio, es asegurar a sus nuevos hermanos una sólida formación monástica y teológica. Por lo tanto los llamará seguido cerca de él para instruirlos siguiendo el modelo del "camino" de los Santos Padres, indicándoles el peligro pero también la meta maravillosa. De a ellos los escritos de los Santos Padres que mejor corresponda a su madurez espiritual y a través del diálogo espiritual semanal vea si progresan en la vida del espíritu y si verdadera mente buscan a Dios, que es la razón por la que nos hacemos monjes.
Sepa el Padre del Monasterio que un nuevo hermano requiere al inicio de muchos cuidados y atenciones, antes de encontrarse en grado de caminar sobre sus propias y solo. El Padre del Monasterio no se canse de servir a los hermanos que le fueron confiados por Dios como hijos y de los cuales rendirá cuentas un día ante la Trinidad Santa, sabiendo también como dice Evagrio Póntico, que "quien cura a los hombres por amor al Señor, sin darse cuenta se cura a sí mismo. Porque la medicina que aplica a su prójimo lo sana al hermano hasta donde es posible, pero a él mismo lo sana totalmente".
Está en la función del Padre del Monasterio, discernir el tiempo y la formación de los monjes fuera del monasterio o por personas idóneas de fuera que vengan al monasterio, para esto guíese según los Estatutos de los Monjes de la Santa Cruz.
Fuente: Libro de Vida de los Monjes de la Santa Cruz
Equipo editor de "En el desierto"